domingo, 20 de mayo de 2007

The Haçienda


Fac 51 Haçienda (also known as simply The Haçienda) was one of the best known nightclubs in Manchester during the Madchester and the band New Order years of the late 1980s and early 1990s. Originally conceived by Rob Gretton, it was largely financed by the record label Factory Recordsalong with Tony Wilson. It was located on the corner of Whitworth Street West and Albion Street, close to Castlefield, in the centre of the city. FAC 51 was its official designation in the Factory catalogue. New Order and Factory label boss Tony Wilson were directors of the club.

Designed by Ben Kelly, upon recommendation by Factory partner Peter Saville, the Haçienda opened in 1982 and survived until 1997, despite considerable and persistent financial troubles. During much of this time the club was mainly supported by record sales from New Order. It served as a venue for Madonna on her first performance in the United Kingdom. It is considered by Peter Saville to be the birthplace of the 90s.


In 1986, it became one of the first clubs outside the US to start playing house music. This night quickly became legendary, and helped to turn around the reputation and fortunes of the Haçienda, which went from making a consistent loss to being full every night of the week by early 1987.
The growth of the Madchester scene was boosted by the success of the Haçienda's pioneering Ibiza nights in the summer of 1988 and the launch of the Hot acid house night (hosted by




Pickering and Jon DaSilva) in November.
After the Haçienda officially closed, and before it was demolished to make way for the block of flats built on the site, the Haçienda was used as venue for two free parties organised by the Manchester free party scene.

Nueces para el amor

Los que piadosamente...
Los que copiosamente...
Los que patrioterizan
Los que inauguran
Los que creen
Los que creen creer
Los que croan croan
Los que tienen plumas
Los que roen

Los que culteranizan
Los que dreadnoughtan
Los que mayúsculan
Los que bailan al son que les tocan
Los que besan los pies
Los que tienen panza
Los que bajan los ojos
Los que saben trinchar el pollo
Los que tienen la cabeza calva por dentro
Los que bendicen a las jaurías
Los que brindan la presa
Los que “de pie los muertos”
Los que “a la carga...march”
Los que dan cañones a los niños
Los que dan niños a los cañones
Los que flotan y no se hunden
Los que no pueden volar porque tienen alas de gigante.
Los que en sueño siembran vidrios de botella sobre la Gran Muralla China
Los que se disfrazan de lobo cuando comen cordero
Los que roban huevos y no se atreven a cocinarlos
Los que tienen 4810 metros de monte blanco, 300 de Torre Eiffel, 25 centímetros de pecho y están orgullosos de ello
Los que insisten con las ubres de Francia
Los que corren, vuelan nos vengan, todo esos y muchos mas entraban orgullosamente en el Eliseo haciendo crujir la graba, todos se atropellaban y se apresuraban, pues había un gran banquete de mascarones y cada cual se había fabricado una cabeza a su gusto.

Afuera es primavera, hay animales, flores; en el bosque de Clamart se escuchan los gritos de los niños que se divierten; es primavera; la aguja de la brújula enloquece y la gran dolicocéfala se abandona sobre su sofá y se hace la loca.

Hace calor. Enamorados, los fósforos de madera se regodean al ser frotados en el cerillo; es primavera, acné de colegiales, y he allí la hija del sultán y al domador de mandrágoras he allí los pelícanos, las flores en los balcones, he allí las regaderas; estamos en la estación mas bella del año.


El sol brilla para todo el mundo, no brilla en las prisiones, no brilla para los que trabajan en las minas.
Los que descaman el pescado
Los que comen carne podrida
Los que fabrican horquillas para el pelo
Los que soplan las botellas que otros beberán
Los que cortan el pan con su cuchillo
Los que pasan las vacaciones en las fabricas
Los que no saben lo que hay que decir
Los que ordeñan las vacas y no beben la leche
Los que no son anestesiados en el consultorio del dentista
Los que escupen sus pulmones en el metropolitano
Los que fabrican en los sótanos las lapiceras con las que otros escribirán al aire libre que todo marcha a las mil maravillas.
Los que tienen demasiado que decir para poder decirlo
Los que tienen trabajo
Los que no lo buscan
Los que dan de beber a los caballos
Los que ven morir a su perro
Los que tienen casi semanalmente su pan de cada día
Los que en invierno se cobijan en las iglesias
Los que el sacristán manda a cobijarse en la calle
Los que se estancan
Los que querrían comer para vivir
Los que viajan entre las ruedas
Los que miran correr el Sena
Los que son comprometidos, los que son despedidos, los que son ascendidos, los que son disminuidos, los que son manoseados, los que son investigados, los que son apaleados, los que son prontuariados
Los que se elige al asar y son fusilados
Los que se hace desfilar delante del arco
Los que no saben comportarse en ningún lugar del mundo
Los que jamás vieron el mar
Los que huelen a lino porque trabajan el lino
Los que no tienen aguas corrientes
Los que son consagrados al azul horizonte
Los que arrojan la sal sobre la nieve por un salario totalmente irrisorio
Los que envejecen mas rápidamente que los otros
Los que no se han agachado a recoger el alfiler
Los que se mueren de aburrimiento los domingos por la tarde porque ven llegar el lunes y el martes y el miércoles y el
jueves y el viernes y el sábado y la tarde del domingo...


Intento de descripción de una cena de Mascarones en Paris de Francia
Jaques Prévert, Palabras.



El mito de la caverna

- Examina ahora el caso de una liberación de sus cadenas y de una curación de su ignorancia, qué pasaría si naturalmente les ocurriese esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz y , al hacer todo esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes. ¿ Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora en cambio, está más próximo a lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, ¿ no piensas que se sentiría en dificultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora?

- Mucho más verdaderas.

- Y si se le forzara a mirar hacia la luz misma, ¿ no le dolerían los ojos y trataría de eludirla, volviéndose hacia aquellas cosas que podía percibir, por considerar que éstas son realmente más claras que las que se le muestran?

- Así es.

- Y si a la fuerza se lo arrastrara por por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de llegar hasta la luz del sol, ¿ no sufriría acaso y se irritaría por ser arrastrado y, tras llegar a la luz, tendría los ojos llenos de fulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos que ahora decimos que son los verdaderos ?

- Por cierto, al menos inmediatamente.

- Necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar miraría con mayor facilidad las sombras, y después las figuras de los hombres y de los otros objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y la luna más facilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol.

- Sin duda.

- Finalmente, pienso, podría percibir el sol, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son extraños, sino contemplarlo cómo es en sí y por sí, en su propio ámbito.

- Necesariamente.

- Después de lo cual concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años y que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.

Platón, El mito de la caverna.